Modos de Falla - RPN's - Acciones Recomendadas
Pasos Criticos para el Proceso
Determinar los pasos críticos del
proceso
En esta etapa debe realizarse un
análisis inicial para identificar fallas potenciales que afecten de manera
crítica el proceso. Es un buen factor de criticidad la salud, es decir,
que debe iniciarse con un análisis para identificar riesgos potenciales para la
salud de clientes y colaboradores; seguidamente pueden considerarse factores
relacionados con la calidad y luego con la disponibilidad; de esta manera se
identifican los pasos críticos del proceso. Vale la pena mencionar que esta
etapa debe realizarse con soporte permanente de especialistas en el proceso.
Para nuestro ejemplo, se han
seleccionado como pasos críticos las funciones de corte y costura. Recuerde que
este paso se realiza con el propósito de establecer prioridades de análisis,
sin embargo, los pasos restantes del proceso deben documentarse de igual forma.
Determinar las fallas potenciales de cada paso, determinar sus efectos
y evaluar su severidad
Para cada uno de los pasos del proceso deben
identificarse las fallas potenciales. En primer lugar debe revisarse la
información histórica y registrar las fallas que hayan ocurrido con
anterioridad; en segundo lugar, deben identificarse con ayuda de los especialistas,
todas las fallas que pudieran ocurrir en el paso del proceso. Esta
identificación debe realizarse con espíritu crítico y analítico.
Una vez se listan todas las fallas y los
efectos, se procede a calificar la severidad (gravedad) de los efectos
potenciales. Puede utilizarse la siguiente escala como guía:
Indicar las causas de cada falla y
evaluar la ocurrencia de las fallas.
En este paso se deben relacionar las causas asociadas a cada falla identificada en el paso anterior. Además, se debe evaluar la ocurrencia de las fallas.
Para evaluar la ocurrencia en un AMEF orientado al proceso, se recomienda utilizar un criterio, ya sea basado en probabilidad de fallas, en índices posibles de fallas basados en tantos por piezas, o en el índice de capacidad real Cpk. Puede utilizarse la siguiente escala como guía:
En este paso se deben relacionar las causas asociadas a cada falla identificada en el paso anterior. Además, se debe evaluar la ocurrencia de las fallas.
Para evaluar la ocurrencia en un AMEF orientado al proceso, se recomienda utilizar un criterio, ya sea basado en probabilidad de fallas, en índices posibles de fallas basados en tantos por piezas, o en el índice de capacidad real Cpk. Puede utilizarse la siguiente escala como guía:
Indicar los controles (medidas de
detección) que se tienen para detectar fallas y evaluarlas
En este paso se debe describir el
tipo de control que se tiene para detectar cada falla. Además, se debe evaluar,
en un escala del 1 al 10, la capacidad de detección de la misma; entre mayor
sea la posibilidad de detectar la falla, menor será la calificación. Puede
utilizarse la siguiente escala como guía:
Obtener el número de prioridad de
riesgo (RPN) para cada falla y tomar decisiones
El número de prioridad de riesgo,
también conocido como RPN, por sus siglas en inglés (Risk Priority Number), es el producto de multiplicar
la severidad, la ocurrencia, y la detección o detectabilidad. El RPN es un
número entre 1 y 1000 que nos indica la prioridad que se le debe dar a cada
falla para eliminarla.
Cuando el RPN es superior a 100
es un claro indicador de que deben implementarse acciones de prevención o
corrección para evitar la ocurrencia de las fallas, de forma prioritaria. Sin
embargo, el objetivo general es el de tratar todas las fallas; muchos expertos
coinciden en que un RPN superior a 30 requiere de un despliegue enfocado en el
tratamiento del modo de falla.
Ejecutar acciones preventivas, correctivas o de mejora
Una vez se ha establecido la
prioridad de los modos de falla, se procede a ejecutar acciones preventivas,
correctivas o de mejora. Ya en esta etapa se cuenta con una información
relevante relacionada con el proceso, las fallas, las causas y los controles de
detección. El equipo AMEF deberá entonces establecer:
•Acciones recomendadas por falla.
•Asignar los responsables por
acción, relacionando la fecha de ejecución.
•Establecer una fecha de revisión.
•Registrar las acciones ejecutadas
hasta la fecha de revisión.
Calcular nuevamente el RPN.
En este caso se han sugerido
acciones correctivas orientadas a las fallas y a las causas. Sin embargo,
puedan establecerse acciones correctivas, preventivas y de mejora, enfocadas
tanto a las fallas, a las causas, como a los controles de detección.
Una vez se efectúa la revisión en
la fecha establecida, se vuelve a calcular el RPN para medir el impacto de las
acciones tomadas.
Tal como se mencionó
anteriormente, el AMEF constituye un documento dinámico, que admite múltiples
revisiones, observaciones y calificaciones de acuerdo al devenir de los
procesos. Así mismo, se convierte en una fuente invaluable de
información relacionada con los equipos, que puede utilizarse tanto para
el despliegue de acciones de prevención, corrección y mejora; como para la
capacitación y formación del personal en temas relacionados con los equipos y
los procesos.
Comments
Post a Comment